jueves, 26 de mayo de 2016

HERBOLOGIA, Plantas para la salud



La Herbología es un área muy importante dentro de la Naturopatía, por ser una de las técnicas más usadas por los profesionales que trabajan con los métodos naturales de salud.

       La herbología es el área de la Naturopatía que estudia el uso de las plantas y sus propiedades con finalidad de prevenir, atenuar o recuperar un problema de salud.   
El uso de las plantas como herramientas para restablecer la salud es una técnica utilizada desde hace miles de años. En casi todos los pueblos y en todos los tiempos se han usado las plantas como base para fabricar preparados, ya que era el único método de salud conocido para tratar diferentes problemas o enfermedades. La utilización de las plantas natural ha sufrido variaciones a lo largo de la historia, pero la eficacia de la herbología como método natural de salud está demostrada a través del uso y el resultado de su aplicación. Podemos encontrar ejemplos de su utilización en el antiguo Egipto, en la medicina tradicional china, en el ayurveda, etc. 


La medicina se ha fundamentado en el uso de las plantas medicinales ya que la mayoría de los medicamentos se elaboraban a base de plantas. Progresivamente, acompañando al desarrollo de la industria química empezó un descenso en el uso de las plantas, aunque la base de la mayoría de los preparados seguía siendo de origen vegetal.


Hoy en día la situación vuelve a cambiar, el uso de las plantas como remedio para problemas de salud vuelve a ir en aumento debido en parte al aumento de la demanda de profesionales que trabajan con los métodos naturales de salud. 
Actúan de forma sinérgica, es decir, el efecto total de la planta es mucho mayor y distinto que la suma de los efectos de los componentes por separado. Si consideramos a las plantas como una fuente de obtención de compuestos químicos aislados estaremos limitando la capacidad de obtener un resultado, porque pueden actuar más allá del nivel físico potenciando nuestra fuerza vital.
La herbología se fundamenta en que las plantas tienen una acción en el organismo de forma global, no solamente en un órgano o situación concreta.  
Los preparados a base de plantas son una herramienta importante que nos ayudan a mantener y recuperar la salud, teniendo en cuenta que hay que conocer su fitodinamia, posibles reacciones adversas y principios activos para una correcta combinación y aplicación.  
         Las propiedades y actividad de la planta están definidas por los principios activos, que son las sustancias vegetales contenidas en ellas. Según los principios que existan en cada planta, así será su acción, aunque en general una misma planta puede actuar en situaciones diferentes. 

Entre los principios activos más importantes destacan los siguientes:  
Alcaloides 
Son sustancias nitrogenadas con importante actividad fisiológica, en la planta suelen tener acción defensiva por lo que son en general sustancias tóxicas. Es el grupo de principios de efecto más potente sobre el cuerpo y mente, pueden actuar sobre el sistema nervioso, los músculos, vasos sanguíneos, aparato respiratorio, etc.  
Hay muchos tipos de alcaloides, como los alucinógenos y sustancias venenosas, por lo que son un grupo bastante heterogéneo. Los alcaloides tienen una estructura molecular compleja, con potentes efectos fisiológicos incluso en pequeñas dosis; muchos son venenos muy activos. 
Entre los más conocidos destaca la boldina (boldo), la atropina (belladona), la morfina (adormidera), la cicuta. 
Taninos 
Los  taninos  se  encuentran  principalmente  en  la  corteza  de  los  troncos  y de  las  raíces  y secundariamente en las hojas.  Son compuestos polifenólicos de sabor amargo y con acción astringente, antioxidante, antihemorrágica, antiinflamatoria, cicatrizante y desinfectante. Es importante controlar su consumo ya que en altas cantidades pueden impedir la absorción de algunos nutrientes como el hierro.  
Ejemplos de taninos se encuentran en el vino, en las frutas inmaduras, y en plantas como la granada, zarzamora y hamamelis. 
Flavonoides 
Son pigmentos vegetales de color amarillento que se encuentran en casi todas las plantas. Existen diferentes clases de flavonoides con distintas propiedades, son antioxidantes, ayudan en la regulación del colesterol, estimulan la circulación sanguínea y refuerzan los capilares, ejercen un efecto beneficioso sobre el hígado. 
Como ejemplo los encontramos en el espino blanco, isoflavonas de soja, castaño de indias. 
Aceites volátiles 
Son las sustancias volátiles que se extraen de las plantas, tienen un olor intenso y en general los encontramos en las semillas y las hojas.  
Hay plantas que contienen una gran variedad de aceites volátiles, que se combinan dando un aroma especial. A través de la extracción por destilación de los aceites volátiles de las plantas, se obtienen los aceites esenciales usados tanto para la mejora o mantenimientos de la salud como en estética. Tienen propiedades antiinflamatorios, estimulantes, laxantes y antisépticos. 
Carbohidratos 
Son principios activos que se encuentran en forma de azúcares o almidón y otras más complejas como la celulosa, que constituye el soporte estructural de las plantas. Tienen distintas propiedades según el compuesto de que se trate, destacando su gran poder energético ya que liberan glucosa y actúan como desinflamatorios sobre la piel y mucosas.  Por ejemplo el maíz, el madroño.  
Mucílagos 
Las gomas y mucílagos, forman parte de la composición de algunas plantas. Son sustancias gelatinosas que tienen una acción protectoras de las mucosas y lubricantes. Actúan relajando el revestimiento intestinal y las mucosas respiratorias. Evitan irritación, inflamación y acidez. Por ejemplos gordolobo, llantén y malvavisco.  
Cumarinas 
Son principios activos fenólicos, hay muchos compuestos derivados de ellas. Son sustancias aromáticas y tienen entre otros, efectos vitamínicos, anticoagulantes y antibióticos. Plantas con cumarinas: bardana, rusco, castaño de indias, hinojo. 
Antraquinonas 
Estas sustancias tienen propiedades laxantes muy activas, además de ser tintes naturales. Suelen estar en forma de glucósidos. Estos principios los encontramos en plantas como el ruibarbo, acedera, espino cerval y aloe. 
Saponinas 
Son glucósidos vegetales y son utilizadas por el organismo como material de partida para sintetizar otras sustancias químicas. Las saponinas tienen una acción expectorante y hormonal. Como ejemplo destaca el gordolobo, primavera y saponaria.

        Desde el comienzo de su uso se han desarrollado numerosos y diferentes métodos para preparar las plantas, de forma que se pueda aprovechar los principios contenidos en ellas. Tras escoger la planta más adecuadas para la situación que haya que modular, es preciso saber cuál es el modo más adecuado de administrarla. Es importante una buena formación y conocimiento de la herbología, ya que las plantas tienen principios activos con unas propiedades y pueden generar reacciones en el organismo por el mal uso, el uso reiterado o la mezcla con algunos medicamentos.
     Las plantas son agentes naturales pero este hecho no conlleva que no tengan reacciones adversas, no basta con que algo sea natural para que sea idóneo para un problema de salud. Como pasa con los medicamentos y los complementos alimenticios, hay que conocer a la persona, su estado de salud, su vitalidad, para poder recomendar un preparado a base de plantas.
      La vía interna de administración de las plantas, a priori resulta la mejor forma de uso de la planta. El motivo es que los principios y fitonutrientes de la planta, pasan a formar parte del organismo y reequilibran desde el interior, ayudando en la regulación de funciones.  En el uso interno existen distintas vías de entrada en el organismo (oral, rectal, nasal…), la vía elegida para su aplicación dependerá de las necesidades. Existen diferentes formas de preparación y entre ellas tendremos que elegir la más adecuada según la persona y el caso.
La forma más extendida y tradicional de uso de las plantas son las tisanas.  
TISANAS
Es el producto más conocido y utilizado tradicionalmente, es el modo habitual de referirse a la preparación con agua de las plantas. Son formas extractivas acuosas, extraemos los principios de la planta a través del agua. Las plantas para hacer tisanas se encuentran en los herbolarios y tiendas a granel y envasadas. Las tisanas tienen como desventaja que hay que prepararlas, y que no es cómodo tomarlas si se está fuera de casa, en este caso las personas eligen pastillas, cápsulas y jarabes que tienen como ventaja que son fáciles de llevar, prepara y tomar. Existen diferentes modalidades: 
       Infusión  
      Como regla general la infusión se prepara con flores y hojas de las plantas. La podemos preparar a partir de planta fresca o seca, teniendo en cuenta que una parte de planta seca corresponde a tres de planta fresca. Para ello se pone la planta o grupo de plantas en un recipiente y añadimos agua hirviendo, dejando entre 5 y 15 minutos, no más porque se pueden perder los principios activos.  
Si se va a realizar un preparado de más de una taza, se debe hacer la proporción de 30 gramos de planta por medio litro de agua. Las infusiones en general se toman calientes, pero en algún caso se pueden recomendar frías o con hielo.   
       Decocción 
       La decocción se prepara generalmente con raíces, tallos y cortezas, ya que en estos casos los principios son más difíciles de extraer y necesitan más calor para que el agua los extraiga.   
Para elaborarla, ponemos la planta en la cantidad necesaria de agua y llevamos a ebullición y mantenemos a fuego lento, normalmente entre 5 y 15 minutos dependiendo de la cantidad y tamaño. La decocción debe hacerse con el envase tapado para evitar la evaporación de los aceites volátiles.   
  
Estas son las dos formas más usadas en las tisanas. En la preparación, evitar mezclas con demasiados principios activos, se recomienda como máximo nueve plantas.

María José de Diego
Naturopata







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